martes, 15 de febrero de 2011

(RELIGIÓN - NACIONALISMO)


Vengo notando desde muy chico que hay un modelo de gente, fotocopiado hasta números astronómicos y ampliamente mayoritarios, que cae en absolutamente todos los dogmas de su época y región geográfica. Es como si tuvieran abierta la puerta del dogma (o cerrada la del razonamiento), y por ese pasadizo mental pudiera entrar cualquiera, de rubros aparentemente tan variados como el nacionalismo y la religión.

Pero las apariencias engañan y los engaños aparentan. El nacionalismo y la religión son hijos de los mismos padres: aquellas normas de carácter “incuestionable” que se adquieren durante la infancia. La ¿lógica? nacionalista me plantea que, por haber nacido en una porción de tierra llamada Argentina, esta porción de tierra se convierte instantáneamente en la mejor, superior a todas las demás porciones de tierra del planeta, y tengo que amarla con mayor intensidad, defenderla y hasta morir por ella si es necesario. Si me toca nacer unos kilómetros al oeste, entonces mi nuevo territorio/deidad se llamará Chile. Si nazco un poco al norte, Brasil, o Bolivia. Multiplíquese por los 243 países y regiones autónomas (1) existentes para tener un panorama completo.

Con igual simplicidad, suponen que tengo que adorar al dios que mi cultura haya inventado. ¡O adquirido de otra cultura dominante! A grandes rasgos, el cristianismo domina en Occidente y el islamismo y budismo dominan en Oriente; aunque decir esto es dejar afuera una enorme cantidad de alternativas religiosas que componen una paleta mucho más diversa (2). Pero en muchísimos casos la religión actual de un estado no es la originaria de la región, sino que ésta fue reemplazada respondiendo a intereses geo-políticos de dominación cultural; nadie en México, por ejemplo, profesa las creencias Mayas o Aztecas, ni en Perú las Incas, aquellas creencias fueron violentamente reemplazadas por el cristianismo a partir de aquel desastre de 1492, y mantenidas en vigencia hasta hoy, en muchísimos casos por la maquinaria estatal.

Pero a diferencia del nacionalismo, la continuidad religiosa depende casi siempre del ámbito familiar. Me descorazona ver que tan poca gente está dispuesta a cuestionar la verdad de sus padres, que a su vez la heredaron, también sin cuestionar, de sus padres, y así podríamos retrotraernos hasta llegar al día en el que dicha cultura religiosa fue inventada y diseminada entre una población antigua, ignorante y crédula, condenada a contagiarse. Multiplíquese todo esto por las religiones que existieron y existen (y sumen algunas a cuenta de las que sin duda existirán) para tener un panorama completo.

3 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo en casi todo, salvo en el punto de nacionalismo. Me parece que estás condenando una palabra y una idea que no es necesariamente mala. Por cuestiones organizativas, políticas, culturales y económicas estamos separados en distintos países, y no parece que esté eso del todo mal, contradiciendolo a Lennon que no los quería. Simplificando un poco todo, es como cuando querés resolver un gran problema, lo vas partiendo en pedacitos y resolves las partes pequeñas, porque agarrar el todo resulta imposible. Con lo límitado en capacidades que es el humano sería pedirle demasiado que englobe a todo el mundo en una sola administración. Entonces para que cada país tenga el mejor pasar posible, parece que hay dos (generalizando) factores clave: Que no te jodan mucho los de afuera, y que se copen los de adentro. Para mi no es lo ideal el apatismo total por el propio país. Si bien es cierto que a cada uno le toca vivir en un país o en otro sólo por azar, una vez que ya tocó uno, parece mucho más conveniente tener cierto deseo de que ese país esté bien.
    Es cierto que se hace difícil interesarse cuando la mayoría de la gente de un país(o una ciudad capital de occidente... que es al menos lo que conozco)es todo lo que uno no está interesado en ser.
    Lo que en realidad estas críticando no es el nacionalismo, lo que criticás es el chauvinismo, y ese si que es nocivo en toda situación. Las minas mas lindas, el mejor país, el mejor equipo de fútbol y la san puta, todo esos son dichos de un chauvinista, no de un nacionalista.
    Es cierto lo que decis, si hubieses nacido kms al oeste, y en ese caso lo más conveniente para vos sería que a chile le vaya más o menos bien.

    Siempre está la opción de buscar otro lugar en el mundo, pero el default, por lamarlo de alguna manera, es el que naciste. Es un poco tomarlo como las normas morales... son a priori o inventadas? inventadas, pero mantienen dentro de todo bien controlado al animal que deberíamos ser hasta que al día de hoy ya lo domesticaron. Las naciones son igual inventadas, pero dan cierto orden a las cosas.

    Creo que no tengo hasta acá estoy.
    Güero

    ResponderEliminar
  2. "Creo que no tengo hasta acá estoy" ? jaja iba a poner una cosa, me decidi por otra, y no puse ninguna!

    ResponderEliminar
  3. El asunto sería fomentar un patriotismo medido, inteligente. El nacionalismo suele ser otra cosa, mucho más absolutista. Se puede ser patriota sin ser nacionalista, esa sería una buena meta, me parece...

    ResponderEliminar